martes, 5 de mayo de 2009

Bosnia: entre el islam y el cristianismo



Foto: Vieja postal de Srebrenica, Bosnia.

Esta vez Neva Micheva habla sobre la situación en Bosnia, ambos textos nos ayudan a recapitular sobre lo ocurrido en la Ex Yugoslavia. Fue publicado el 10 de julio de 2004, igual que el que se encuentra en la entrada anterior.

+++++
EL ESCENARIO DEL HORROR
Bosnia, en el país de las guerras civiles

MADRID.- El nombre de Yugoslavia, adoptado en 1929, significa "la tierra de los eslavos del sur". Pero las fronteras de este país, que existió desde la desintegración del Imperio austrohúngaro hasta la caída de la Unión Soviética a principios de la década de los 90, incluían todo tipo de etnias, religiones e idiomas balcánicos.

La República Federal Popular de Yugoslavia (RFPY) estaba compuesta por seis repúblicas autónomas –Serbia, Montenegro, Croacia, Eslovenia, Macedonia y Bosnia-Herzegovina – que en pocos años tras el final de la Guerra Fría se transformaron en cinco estados independientes y dos regiones autónomas, Vojvodina y Kosovo.

La actual heredera de Yugoslavia consiste en una problemática unión entre Serbia y Montenegro, exacerbada por las tendencias secesionistas de la región de Kosovo, poblada mayoritariamente por albaneses.

Croacia, Eslovenia, Macedonia y Bosnia-Herzegovina declararon su independencia entre 1991 y 1992, pero el proceso de disgregación política y económica de la antigua RFPY ocurrió de hecho tras innumerables conflictos armados, deportaciones forzadas, enfrentamientos religiosos, abusos de poder y la muerte de más de 250.000 personas.

Bosnia y Herzegovina, dos regiones que forman un estado de 51.000 kilómetros cuadrados de extensión y cerca de 4.000.000 de habitantes, pasó por una de las transiciones más duras. Serbo-bosnios, bosnios musulmanes y bosnio-croatas lucharon los unos contra los otros durante tres años para repartir el pequeño territorio. Por otro lado, el más cruento, los civiles bosnios musulmanes y croatas fueron blanco de una campaña de sistemática aniquilación que los serbo-bosnios llevaron a cabo, destruyendo enteros pueblos, símbolos de pertenencia histórica y religiosa, así como décadas de convivencia pacífica, y dejando a sus espaldas fosas comunes y lo que Unesco definió como "genocidio cultural", las ruinas de templos, museos, bibliotecas y archivos.

Una independencia mortífera

1992 fue crucial para Bosnia y Herzegovina. En marzo, en un referéndum, más del 60% de los ciudadanos bosnios aprobó su independencia de la RFPY. Poco antes, en el parlamento bosnio, un tal Radovan Karadzic, montenegrino de origen y político novel, había advertido: "¡No piensen que no van a llevar a Bosnia y Herzegovina a un infierno y al pueblo musulmán al exterminio!".

En abril, las milicias serbobosnias, contrarias a la secesión liderada por musulmanes y partidarios de un autónomo estado serbio en Bosnia, se enfrentaron a los bosnio-musulmanes y los bosnio-croatas. En el mismo periodo comenzó el cerco serbio a Sarajevo, que duró 44 meses, aterrorizó la ciudad y redujo a su población –con bombardeos, francotiradores y hambre– a la miseria. Según el entonces alcalde de la capital, Tarik Kupusovic, cada día en la capital morían y venían gravemente heridas entre 10 y 15 personas.

En mayo de 1992 Karadzic se autoproclamó presidente de una 'República Serbia' bosnia (nunca reconocida internacionalmente) y, junto al jefe militar, el sanguinario general Ratko Mladic, ya bien conocido por las masacres de croatas en 1991, hizo todo lo posible para 'limpiar' la zona de musulmanes y croatas, empezando por el asedio de la capital y llegando a extremos como la matanza de Srebrenica, considerada el episodio más vergonzoso de la historia europea tras la Segunda Guerra Mundial.

Ese mismo año, la ONU impuso un embargo a Yugoslavia por su apoyo a las agresiones en Bosnia y envió cascos azules a la zona afectada. Mientras, la OTAN y la UEO se comprometían a hacer cumplir las resoluciones de las Naciones Unidas.

A principios de 1993, serbios, croatas y bosnios musulmanes se reunieron en Ginebra para discutir el plan de paz Vance-Owen, que preveía la división de Bosnia en 10 provincias: los musulmanes lo aceptaron, pero los serbios lo rechazaron, reclamando la institución de la 'República Serbia' en los límites de la misma Bosnia.

En febrero de 1994, el asedio sobre Sarajevo se intensificó. Un proyectil de obús serbio mató a más de 60 personas en el mercado principal de la ciudad e hirió a otras 140. Por primera vez en su historia, la OTAN intervino en combate contra los agresores. En marzo croatas y musulmanes crearon una federación. Aunque en el nuevo plan de paz del Grupo de Contacto de las Naciones Unidas les tocaba un 49% de Bosnia y Herzegovina, los serbobosnios prefirieron no dejar las armas.

En 1995 el presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, dejó de apoyar a los serbobosnios. Tras varios ataques de la OTAN, éstos empezaron a bombardear las 'zonas seguras' de la ONU: Srebenica, Sarajevo, Bihac, Gorazde, Tuzla y Zepa.

En noviembre de 1995 comenzaron las conversaciones de paz en la base aérea estadounidense de Dayton (Ohio), con la presencia de los presidentes de Yugoslavia, Croacia y Bosnia y Herzegovina. El día 21, el acuerdo, que disponía la creación de un gobierno unitario, pero multiétnico y democrático, por fin fue firmado por todos y en diciembre se refrendó en París.

En 1996 la nueva Bosnia y Herzegovina, consistente de dos entidades relativamente iguales en tamaño e importancia -una Federación bosnio-croata de 10 cantones y la República Serbia de los serbo-bosnios, ideada por el criminal Karadzic- más el pequeño distrito Brcko, emprendió su vuelta a la normalidad y eligió presidente al líder de los musulmanes, Alia Izetbegovic.

Entre los desaparecidos, las víctimas y los verdugos

Actualmente, la paz en Bosnia está minada por preguntas sin respuesta y rencores sin salida. En la república figuran como desaparecidas más de 17.000 personas. "Los familiares de los desaparecidos, que siguen viviendo con ansiedad y angustia, sufren igualmente las consecuencias de esta violación de derechos humanos", señaló en un documento del 2003 Amnistía Internacional. "Siete años después de la guerra, la mayoría aún no sabe lo que les ha ocurrido a sus seres queridos, no pueden dar por concluida su búsqueda, llorar a sus muertos ni honrar su memoria dándoles sepultura en tumbas apropiadas."

Además de los problemas locales, sigue abierta la cuestión de las serias faltas cometidas por la comunidad internacional en su intervención en Bosnia. La negativa de la OTAN de detener a los 'señores de la guerra' Radovan Karadzic y Ratko Mladic en los primeros años de la paz es un hecho ya sabido, contra el cual protestó muchas veces el primer fiscal que los acusó en el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY), Richard Goldstone.

El caso de Srebrenica es quizás el único que ha provocado ciertas consecuencias legales y morales, a favor del restablecimiento de la justicia: se pagaron indemnizaciones y se identificaron muchos de los responsables. En un documento del 1999, las Naciones Unidas reconocieron su pasividad en el momento de la masacre. Además, en 2002, el Gobierno holandés dimitió tras la publicación de un informe que demostraba sin lugar a dudas que sus militares presentes en Srebrenica habrían podido evitar el alto número de muertos que hubo en el enclave musulmán.

No hay comentarios:

Publicar un comentario